Latidos de afecto y dulzura gracias por su visita.

viernes, 31 de julio de 2009

Más allá el camino de Luz ( g )

En la habitación a oscuras, mi esposo despertó, y con los ojos aún cerrados, volteó el rostro hacia mí.
¡Y vió a doña Silveria! ¡Con los ojos cerrados!
Le habló… ¿doña Silveria?
Pero a él, no le dio miedo. Sabía que ella nos quería mucho.

Piensa… doña Silveria ya murió. ¿Por qué la veo?
Yo toco con suavidad su brazo de él, y le dije… no mi amor, soy yo.
Y entonces, ya despiertos los dos, escuchamos el ruido de platos rotos, y vemos como un destello enorme en la habitación.
Al tocar a mi esposo, sentí como si de mi cuerpo, le transmitiera una descarga eléctrica.
Yo creo que Dios, me permitió acompañarla, en ese tramo tan pequeñito, para que yo estuviera feliz, y en tranquilidad, al saber que donde fue es algo tan bello, y tan hermoso, que no existe nada igual en esta tierra .

miércoles, 29 de julio de 2009

Más allá el Camino de Luz ( f )

Entonces doña Silveria me palmea el hombro, con energía, y me dice en forma de orden: ¡regrésate ya!
Despierto.
Siento mi cuerpo que flota en la cama.
Me siento feliz. En éxtasis.
La boca con un sabor tan dulce, tan ligerita, que me parecía que aún estaba soñando.
Me levanto de la cama, recorro la habitación a zancadas.
Pienso… ¿que me pasa?
A tan pocas horas de haber sepultado a mi amiga, a la que fue por casi 20 años como una madre, a tan pocas horas, yo estoy saltando de gozo en la habitación.
Siempre me duele algo, cuando no la cabeza, cuando no me siento cansada de los pies, cuando no la espalda.
Y en esos momentos… nada me duele, me siento ligera como una pluma.
Me siento feliz.
Le hablo a mi esposo con suavidad, hay cosas que no podemos ni debemos callar...

martes, 28 de julio de 2009

Más Allá el camino de Luz ( e )

Doña Silveria me decía, sin hablar, pudiera decirse mentalmente: regrésate, porque sino te regresas ahorita, ya no te podrás regresar.
Y yo le contesté(mental) : quiero ver otro poco más allá, e imprimí más velocidad a mi recorrido.
Mi cuerpo se llenaba más y más de un sabor dulce, más dulce que el almíbar, dulce, dulce.
Y sentía, como si una sed eterna de mi alma, se saciara al recorrer ese camino.
Como si por una eternidad de tiempo, hubiera tenido hambre, y en ese momento, estuviera saciada. Y a la vez, quería más y más recorrer ese camino de luz, de felicidad, de gozo, de dicha.
No pensaba en mi hijo tan amado, a pesar de que sólo tenía 9 años de edad, en ese tiempo.
No pensaba en mi esposo tan comprensivo y cariñoso, que Dios me ha dado.
Sólo deseaba seguir llenándome más y más del gozo pleno, del recorrer con todo mí ser, ese camino de luz, de paz; de amor infinito.

lunes, 27 de julio de 2009

Más allá el camino de Luz ( d )

A mi lado, iba mi amiga anciana.
Mi amiga, doña Silveria, mi amiga que por casi 20 años fué como una madre para nosotros.
¡Como la extraño!
Tenía 77 años de edad, y se tenía que ir ya.
En ese camino de luz, yo sabía que iba a mi lado, al lado derecho de mí.
No la veía.
Ni siquiera un sombra veía de ella, ni un destello de luz; no sentía ni frío ni calor con su presencia.
Solo sabía que íbamos juntas en ese camino de luz.
Mi cuerpo, o mi esencia más bien, sentía como se llenaba de felicidad, de dicha, al recorrer ese camino.
De los pies a la cabeza, a través de “cada poro”, de cada “célula”, de mi “existencia”, estaba la “esencia” de un amor absoluto.
Como si todas las respuestas estuvieran al final de ese camino.

domingo, 26 de julio de 2009

Más allá el camino de Luz ( c )

Disculpen, pero me es difícil describir lo que ví, si no que es casi imposible.
Yo “viajaba” por esa “carretera de luz”, con el simple hecho de desearlo.
No caminaba, no volaba.
Solo con desearlo, recorría ese camino de una manera vertiginosa, y como si un camino que se hace en una hora, yo lo hiciera en cuestión de una fracción ínfima de tiempo.
Mi cuerpo, no me era posible verlo, a pesar de tener los ojos abiertos.
Usted puede reproducir éso, si cierra los ojos, y toma conciencia de que aún existe, a pesar de que no vea su cuerpo. Se sabe con manos, cabeza, tórax, en una palabra, se siente que existe.

sábado, 25 de julio de 2009

Más allá el camino de Luz ( b )

De repente, en mi sueño, una luz potente, como una explosión.
Un ruido como de platos rotos, como de un relámpago, pero a la vez como un… ¡Chilín! ¡Chilín! Y me veo en un camino extraño, tan extraño, que no existe en este mundo físico.
El camino es como una larga carretera, es como un río de luz.
Si, ¡un río de luz!
Y como tal, ese río de luz, se mueve y serpentea.
A los lados de ésa como carretera, están unas como paredes de luz sólida.
De un blancor todo, que no existe en este mundo.
Digo luz sólida, porque se veía la luz compacta, con cuerpo físico…

miércoles, 22 de julio de 2009

Más allá el camino de Luz ( a )





MÁS ALLÁ, EL CAMINO DE LUZ

Me acosté a dormir.
Había sido un día muy pesado y triste para todos.
Mi amiga anciana, sus restos mortales, ya estaban en su sepulcro.
Mi hijo, de 9 años, la veía como si ella fuera su abuelita.
Ella nos veía como su familia.
Por cerca de 20 años, más que una amiga, se portó con nosotros como una madre.
¡Que de atenciones nos prodigaba!
¡Con que cariño la tratábamos!
¡Aún me duele su ausencia!
Esa noche en que todo había terminado, nos acostamos a dormir.
En mi sueño, me veo descendiendo en su sepultura.
Estoy conciente de que sólo es un cadáver lo que ahí está.
¡Pero yo deseaba verla de nuevo!
En ese bajar a su sepultura, veía los ladrillos sin revocar de su bóveda, la tierra adherida a las paredes, las raicillas secas, y yo seguía bajando, buscándola, buscándola…

Portada del libro " Pueblo Viejo"

Portada del libro " Pueblo Viejo"
Laguna de Pueblo Viejo Veracruz